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La presencia y participación de ARQUIMEA en algunas de las misiones espaciales más relevantes a nivel nacional e internacional ha consolidado su posición como un actor clave del sector espacial. Desde la primera participación en 2007, ARQUIMEA ha ido ampliando su portfolio tecnológico hasta convertirse en referente en sistemas térmicos, microelectrónica y mecanismos para aplicaciones espaciales.
Este recorrido es parte de la herencia de ARQUIMEA en el espacio: una trayectoria construida sobre la base de la innovación y la tecnología.
La misión AGILE, lanzada en abril de 2007 y operada por la Agencia Espacial Italiana, marcó un antes y un después. Fue la primera participación de ARQUIMEA en una misión espacial, contribuyendo con el diseño y fabricación de mantas térmicas esenciales para la observación de fuentes de rayos gamma y fenómenos terrestres.
Esta experiencia supuso el punto de partida para el desarrollo de tecnologías térmicas que, con el tiempo, han evolucionado hacia sistemas complejos como paneles termo-estructurales y radiadores desplegables para aplicaciones espaciales.
La participación de ARQUIMEA en el proyecto GALILEO supuso un nuevo avance en su consolidación como referente en sistemas térmicos espaciales. GALILEO, el sistema global de navegación por satélite de la Unión Europea, requería soluciones robustas y altamente eficientes para garantizar la estabilidad térmica de sus satélites.
ARQUIMEA aportó radiadores, tubos de calor (heat pipes) y SLIs (Secondary Loop Interfaces), permitiendo disipar el calor generado a bordo y asegurar la fiabilidad operativa de los satélites durante toda su vida útil.
Copernicus, el mayor programa de observación terrestre del mundo, liderado por la Unión Europea, ha contado con la participación activa de ARQUIMEA en 19 misiones. La empresa ha suministrado soluciones térmicas y estructurales para cerca de 20 satélites e instrumentos, incluyendo Sentinel-1C y Sentinel-6. Contribuciones como estructuras térmicas, más de 250 tubos de calor, subsistemas térmicos y mecanismos HDRM han sido claves para mantener los equipos de observación en condiciones óptimas. Gracias a estas aportaciones, se garantiza la operatividad continua de satélites que actualmente monitorizan fenómenos climáticos globales y el nivel del mar.
ARQUIMEA también ha dejado huella en Marte, participando en misiones como Mars Science Laboratory (Curiosity, lanzado en 2011) y Mars 2020 (Perseverance, lanzado en 2020) de la NASA. Se suministraron mecanismos de sujeción y liberación de cargas útiles (HDRM), esenciales para desplegar con precisión los instrumentos científicos a bordo de los rovers.
Gracias a estos sistemas, se ha facilitado la recolección de datos clave sobre la geología y el clima del planeta rojo.
El Telescopio Espacial James Webb (JWST), lanzado en diciembre de 2021, ha sido una de las misiones astronómicas más ambiciosas hasta la fecha. ARQUIMEA participó en el desarrollo del sistema térmico del instrumento NIRSpec, mediante la fabricación de fundas criogénicas de una sola capa, esenciales para su funcionamiento en el espectro infrarrojo.
Estas soluciones han contribuido al objetivo de la misión: aportar una comprensión más profunda de la evolución del universo y el origen de las galaxias.
El programa SpainSat Next Generation (NG) es clave para garantizar comunicaciones seguras de defensa para España y sus aliados. En él, ARQUIMEA ha desarrollado el sistema de control térmico de las antenas activas, así como los microchips digitales y analógicos que las componen. El lanzamiento del primer satélite, acontecido en enero de 2025, representa un logro para la industria espacial nacional y consolida a ARQUIMEA como proveedor de referencia en tecnologías críticas para misiones espaciales.
Entre 1993 y 2007, Ecliptic Enterprises Corporation (parte del grupo ARQUIMEA) participó en numerosas misiones espaciales, destacándose por sus sistemas de captura de video a bordo de vehículos espaciales. Su producto RocketCam fue integrado en lanzadores y satélites, proporcionando imágenes en tiempo real de lanzamientos, separaciones y despliegues. Colaboró con agencias como la NASA y contratistas aeroespaciales, mejorando el monitoreo visual de misiones científicas, comerciales y de demostración tecnológica.
Desde la primera manta térmica en AGILE hasta los desarrollos de microelectrónica y sistemas térmicos para telescopios, satélites y rovers, ARQUIMEA ha ido tejiendo una trayectoria sólida en el sector espacial.
A día de hoy, ha participado en más de 180 misiones espaciales y colaborado con agencias como la NASA, ESA y la Comisión Europea. La innovación, la adaptabilidad y el compromiso con la excelencia tecnológica forman parte del ADN de ARQUIMEA, lo que la ha convertido en una pieza indispensable en misiones de gran calibre.
Este recorrido no solo representa una herencia tecnológica, sino también un compromiso de futuro con el espacio, la ciencia y la excelencia.